«Norteña: una novela de heavy metal» de Darío Méndez Salcedo

Título: Norteña: Una novela de heavy metal.

Autor: Darío Méndez Salcedo.

Editorial: Ediciones Ende.

Género/s: Contemporánea, musical.

Nº de páginas: 188.

Autoconclusivo.

 

 Sinopsis 

Victoria y Alfonso, dos apacibles setentones (bueno, en realidad Victoria no es nada apacible), viven tranquilamente en la residencia para mayores “Verasol”.

Sin embargo, todo cambia cuando se enteran de que el grupo de heavy metal Venom tocará por primera vez en España, en el festival Leyendas del Rock. Rápidamente hacen las maletas para vivir una de las mayores aventuras de sus vidas…

¿Qué peripecias y qué hazañas les aguardan a nuestros héroes en la tierra del Leyendas? ¿Estarán preparados para un festival de heavy metal? Y lo más importante: ¿qué relación guardan los dos abueletes con Cronos, líder de la banda Venom…?

 

 Opinión Personal 

Supongo que a la mayoría, como a mí, le ha sorprendido la sinopsis. ¿Dos personas de la tercera edad escapando de una residencia para ir a un concierto de heavy? ¡Eso hay que leerlo! Lo que a lo mejor pocos saben es que seguramente la historia que se cuenta en este libro se haya basado en un hecho real sucedido en Alemania, donde eso es lo que pasó, dos ancianos se escaparon de su residencia para ir al famoso festival “Wacken”. Personalmente, al enterarme de esto, sólo podía sonreír al saber que hay gente que con esa edad no ha perdido su espíritu joven y sigue luchando por sus pasiones, en este caso la música.

Vamos a la historia que nos concierne e intentaré ser breve para no desvelar demasiado, ya que al ser una novela tan corta, si lo hago terminaré contando todo y no es el objetivo (ya sabéis que somos un blog libre de spoilers y no vamos a cambiarlo ahora ¿no?).

En la sinopsis nos cuentan como los dos protagonistas se escapan de la residencia en la que viven para ir a un festival de música, lo que no cuentan es que poco tienen que ver el uno con el otro más allá de ser vecinos de habitación. Incluso sus objetivos al ir al festival son muy diferentes, los cuales no se desvelan hasta prácticamente el final de la novela, manteniendo así al lector con las ganas de saber por qué harían un par de abueletes tanto para ir a un sitio así, al menos en el caso de Alfonso, que desde la primera página se puede ver como rechaza el heavy como el que más, pero ahí lo tienes, con unas ganas locas por encontrarse con el cantante de un grupo de música para solventar algunos problemas de juventud. No sabemos más, pero he de admitir que yo me lo olía.

Esta novela cuenta las aventuras de estos dos protagonistas, el cómo puede verse las cosas desde dos puntos de vista completamente opuestos, pero junto a las ganas de seguir las pasiones y mantener el espíritu vivo por parte de la gente mayor; a la cual muchas veces se deja en esas residencias simplemente para que vean los años que les quedan pasar, sin pena ni gloria; se une una forma ingeniosa de desarmar los tópicos que se han creado alrededor de los seguidores del heavy metal. Podemos ver a una comunidad a la que une la música, música que muchos tildan de satánica o vete tú a saber qué y por qué, pero que es simplemente otro género igual de respetable. ¿Qué más da lo que escuchemos? ¿Acaso nos hace mejor escuchar música clásica? Siempre se ha dicho que para gustos los colores, pero los prejuicios no dejan de estar ahí y la novela lo refleja perfectamente. Por suerte Victoria enseña a Alfonso la realidad detrás de esos pelos largos, el cuero y las tachuelas.

Te guste o no te guste este género, lo cierto es que las vivencias de un festival o cualquier evento que conlleve a pasar unos días con un montón de desconocidos con tu misma pasión, se viven de la misma forma, así que seguramente sonrías al recordar alguna de tus vivencias en este u otros festivales (sean de música u otro tema). Lo que nos encontramos siempre es lo mismo, grupos muy dispares que buscan lo mismo que tú, pasarlo bien, disfrutar de algo que les encanta y llevarse un buen recuerdo. Cualquiera que haya ido a algo parecido sabe que es así y que, aunque haya gustos muy diferentes, esto sólo hace que descubras cosas nuevas y que posiblemente termines con más amigos tras el festival de los que llevaste.

Si tengo que mencionar algo que no me ha terminado de encajar, por mucho que sea algo común hoy en día en muchas personas, es el uso excesivo de palabrotas. No sé si porque por escrito nos llaman más la atención, porque el hecho de que sean personas mayores las que las dicen se hacen más llamativas o qué, pero creo que muchas sobraban. Pero bueno, vaya problema si lo peor de un libro son un par de palabras, ¿no? Así que pasaré a hablaros de algunos de sus personajes.

 

Victoria es una heavy de corazón y espíritu y así lo ha demostrado toda su vida, viviendo como se supone que debe vivir alguien que de verdad viva por y para el metal. Es un personaje divertido, en ocasiones hasta podría decir que tiene su encanto, pero lo cierto es que lo he visto forzado, lo cual es un problema teniendo en cuenta que es una de las protagonistas de la historia. Se salva el hecho que desde el principio asumes que es un libro para echarte a reír y no ha que buscar mucho más. No digo que no pueda existir alguien así, pero dudo mucho que consiga llegar a esa edad siéndolo o en las condiciones de vida que tiene esta señora.

Por otro lado, tenemos al pobre Alfonso, nuestro segundo protagonista. Sí “pobre Alfonso”, porque el propio autor lo menta así reiteradamente. Un señor con una educación inglesa, el perfecto caballero que se muerde la lengua antes de dejar mal a nadie, que controla su respiración para no soltar ningún imporperio, ese es Alfonso, el pobre Alfonso. Aunque de pobre no tiene nada y eso es lo que lleva a Victoria a pedirle el dinero necesario para poder ir al festival (tranquilos, no es spoiler, pasa en el primer capítulo). Alfonso es de esos hombres que solemos escuchar “que no quedan”, pero como todo buen personaje, no todo puede ser perfecto y nos iremos dando cuenta de que ese secreto con el que nos mantiene en vilo es algo que a más de uno le hará pensar si no será sólo un viejo con una educación de las de antes (a mi parecer bastante mejor que las de ahora en muchos casos. Ahí lo dejo).

Por último, mencionaré a la directora de la residencia, doña Juana, un personaje que no vi por donde coger en ningún momento. Lo siento, me gusta sacar lo positivo de todo, aunque también mencione lo que no me gusta, pero es que aquí me ha sido imposible. Una persona que se dedica a algo así (y aunque no lo haga o lo haga sin gustarle) no actuaría como lo hace esta señora en cualquier cosa referente a Victoria. Que sí, que la protagonista no es una persona sencilla, pero el odio que le tiene, la forma de mostrarlo y a lo que la lleva me parece forzado. Mal forzado de hecho, porque es totalmente innecesario.

 

Para finalizar dejaré claro que es una lectura ligera y divertida, donde el autor; un claro amante del heavy con conocimientos sobre éste que demuestra a lo largo de todo el libro mentando grupos y canciones por doquier; te acompaña en todo momento con anotaciones constantes. Algunas te hacen reír y otras te dan la sensación de sobrar, pero en ningún momento se hacen incómodas, es como estar en una lectura conjunta con un amigo.

 

Puntuación

Dejar claro que es un 2,5 pero no tenemos medios puntos. Además un amante del heavy metal seguramente le de un punto más debido a las menciones a grupos y canciones que seguramente conozcan y les gusten, con las cuales podrán añadir algo más en su imaginación para sumar al ambiente que Darío ha creado.